MYKONOS EN CUATRICICLO

Me encantan los caminos ruteros y más, si puedo divertirme alquilando una moto o, en este caso, un catriciclo. En (casi) todas las islas griegas el mejor medio de transporte es el «cuatri». Nosotros alquilamos uno para recorrer las principales coordenadas de Mykonos y sufrimos «una serie de eventos desafortunados» al final de nuestra aventura – pero no fue excusa para no disfrutarlo al máximo -.


Empezamos nuestro día saliendo de Paradise Beach, donde estábamos alojados, y nos fuimos a visitar el centro de Mykonos. Estos son los tres imperdibles que no pueden faltar en tu itinerario:

- Chora:

callecitas blancas con baldosas grises rodeadas de restaurantes, galerías de arte y venta de artesanías y souvenirs. ¡No te pierdas de caminar por ésta zona que es lo máximo!

- Little Venice:

es el barrio de Alefkándra que se llama así por sus casas con tres pisos de alto, de balcones y pórticos, que dan a la orilla del mar Egeo.

- Windmills o Molinos de viento:

típica postal de Mykonos. Hoy quedan 7 de los 20 que solían existir y están divididos en: los Molinos de Abajo (al sur de Little Venice) y los Molinos de Arriba, al este del paso Matiogianni.

El molino de Boni se puede visitar y funciona como el museo de la Agricultura de Mykonos (ingreso: de julio a septiembre).

Little Venice

El spot de la tarde fue Kalo Livadi. Esta bahía se hizo conocida gracias al Lohan Beach Club, que funcionó hasta el mes pasado. Lo más lindo de esta playa es la arena que, a diferencia del resto de las playas que visitamos, es finita, no hay piedras y podíamos ver nuestros pies al bañarnos en el mar. Pasamos la tarde disfrutando de las olas mansas que producían las lanchas, de la calma del lugar, de nosotros mismos. Caminamos por la cala hasta llegar a un balneario donde tomamos un aperitivo y sacamos fotos.

Queríamos volver al hotel antes de cayera el sol y pegamos la vuelta entre colinas y algunas curvas pronunciadas, hasta que perdimos el control del cuatriciclo y chocamos contra el poste de madera. No sabíamos qué hacer: una óptica estaba rota, la dirección no funcionaba y no teníamos señal de celular. Además, estábamos solos. Hasta que apareció un auto con cuatro jóvenes griegos. Se frenaron al lado de nuestro cuatriciclo e intentaron comunicarse en un español rústico.

Uno de los griegos se puso a reparar la óptica con un pedazo de hilo. Terminaron de arreglar el cuatriciclo y volvimos a nuestro alojamiento. Llegamos al hotel en Paradise Beach. Obviamente, no ibamos a irnos a dormir sin antes salir a bailar a uno de los afterbeach griegos más conocidos de toda la isla. Desde las 4 de la tarde hasta más de la medianoche, todos los boliches de Paradise Beach la rompen. Nosotros, ese día, llegamos un poco más tarde y la joda ya había empezado. Hay un boliche al lado del otro y, solamente, hay que caminar unos pasos para cambiar de música y de público. Lo mejor de alojarse acá: cuando te cansaste de tanta joda, estás a unos metros de tu cama.

¿Cómo llegar?

Tomarse un ferry hasta la isla es lo más simple y económico para llegar, tanto desde Atenas como desde otras islas griegas. Podes reservar desde internet

¿Cuándo ir?

El verano europeo empieza el 21 de junio, pero ya desde fines de mayo el clima es ideal para veranear (y no hay tantos turistas).

 

¿Dónde dormir?

Es clave no colgarse a la hora de elegir alojamiento porque esta isla es de las más conocidas de todo Grecia y podés quedarte sin lugar.

Mi recomendación, sin dudas, es que te quedes en Paradise Beach. No tan lejos del puerto y  demasiado cerca de la movida nocturna. Además, ver el atardecer desde acá ¡es impagable! Depende con quién vayas y cuál sea tu budget, hay hostels u hoteles de mayor categoría para hospedarte.

Si te interesa que armemos un itinerario por las islas griegas o querés reservar alguna experiencia, ¡escribime y lo planificamos juntos