Las raíces italianas son muy fuertes en mi familia. Mi abuelo paterno solía decirnos palabras en piamontés y se carteaba con sus primos todos los meses. Me encantaba el sonido de las palabras en este idioma; recuerdo que a mis once años les comuniqué a mis papás que quería tomar clases de italiano. Al principio, era como un juego y a medida que pasaban los años ir a Italia se convirtió en uno de mis deseos más intensos. Veía películas en italiano con mis compañeros y programas de la Rai Italia, escuchaba canciones de Laura Pausini, imaginaba viajes de pura “pasta e pizza” o paseos en Vespas por las colinas sembradas de viñas. Hasta que, casi sin pensarlo y cursando mi último año de facultad, surgió el plan de ir, con una amiga, a estudiar italiano e historia del arte en Firenze (o Florencia): la ciudad del Dante Alighieri, de la lingua parlata, del Renacimiento, de los Medici, capital de una de las regiones más atrayentes de toda Italia. El tiempo que vivimos allá fue de otro planeta. Lo que más recuerdo eran nuestras escapadas de fin de semana y, entre ellas mis favoritas, fueron, sin dudas, las de la Toscana.
¡En esta nota, un recorrido por los cinco pueblos toscanos que más me gustan!
A 15 minutos en bus de la capital toscana, esta pequeña ciudad, fundada por los etruscos hace más de 2500 años, tiene las mejores vistas panorámicas de Firenze. Después de 8 km en subida, aparece Fiesole en todo su esplendor. Hoy podemos conocer sus muros etruscos, termas romanas y un anfiteatro romano natural muy bien conservado. Lo mejor de todo – ya lo dije antes – es la vista que ¡es lo máximo! Además, los Medici la tenían clarísima y construyeron una de las villas mediceas más imponentes… como para levantarse y desayunar mirando toda su conquista desde las alturas. Es una propiedad privada y solo se puede acceder a sus jardines.
Sin dudas, mi preferido. Este paesino, más conocido como el «Manhattan del medioevo», es uno de los imperdibles de la región. Cruzar el pórtico de entrada es como ingresar en un tiempo y un espacio paralelos. De todos los pueblos toscanos, es el que mejor conserva sus torres construidas en la época medieval. Si estás tentado de un gelato, ¡ni lo pienses!: acá está la mejor gelateria del mondo. Tienen gustos y sabores registrados mundialmente y usan productos locales únicos con el sello de denominación de origen controlado (D.O.C.) como el vino Vernaccia. Para llegar a San Gimignano, es necesario tomarse un tren hasta Pogibonsi y después combinar con un bus. (Si alquilas un auto, ¡mejor!).
Joyita medieval con el espectáculo más sensacional de toda Italia: Il Palio. ¿Qué es eso? Te cuento: dos veces al año, el 2 de julio y el 16 de agosto, los jinetes de Siena compiten montados en caballos a pelo dando tres vueltas alrededor de lugar más turístico del paesino: Il Campo. Siena tiene magia: me provoca un cosquilleo en el cuerpo y, al cerrar los ojos, imagino los cipreses de sus campos ondeados por el viento. Si te gustan los puntos panorámicos tanto como a mí, subir a la Torre del Mangia es el must de Siena: 503 ESCALONES nos llevan hasta lo más alto de la torre para tener las mejores vistas de un típico paisaje toscano. Por favor, no te vayas de este lugar sin visitar Il Duomo – una de las escasas construcciones góticas que se hicieron en Italia -.
Ubicado entre dos valles de manera estratégica, este pueblito es todo lo que está bien. Es tan pintoresco que hasta Hollywood «se enamoró» y decidieron filmar una parte de la saga vampiresca de Crepúsculo. Los vinos regionales, las pastas, el aceite de oliva y toda la gastronomía italiana están compactadas acá. Las ferias y las bodegas ponen a disposición todos sus productos para que te den ganas de llevártelos a casa. Si te alejas del centro histórico, el templo de la Madonna de San Biagio está ubicado en medio de la campiña con vistas increíbles a Montepulciano.
L’estate italiana! En verano, los días se alargan y son más agradables para recorrer esta zona. Si no te gusta cruzarte con las multitudes, junio es el mes ideal.
Lo más simple es tomarse un vuelo de Aerolíneas Argentinas hasta Roma y de allí un tren hasta Florencia para empezar a recorrer desde la capital Toscana. Podés recorrer los pueblos en tren o, si te gustan los roadtrip, alquilar un auto es otra opción – y te da más libertad y flexibilidad -.
Firenze es la ciudad cabecera de la región pero también está bueno dormir en alguna finca o estancia en medio de las colinas toscanas. Recomiendo alojarse en Poderi Arcangelo que está a 1 km de San Gimignano y es atendida por sus propios dueños – este dato increíble me lo brindo mi amiga Belu a quien le agradezco muchísimo -.
TRAVEL-TELLER & ORGANIZADORA DE VIAJES
ABCDEVIAJAR es una agencia de viajes freelance MOVIE’S TOUR (Movies Tour, Empresas de viajes y Turismo, legajo 14143, disp. 1255 Campana 3514, oficina 2 CABA CP1419)