SIETE LAGOS ON THE ROAD

Lugares mágicos si los hay y la Patagonia Norte de Argentina. Es que sí, las cabañas con techos a dos aguas, los materiales nobles como la madera y la piedra, los bosques de coihues, cipreses y maitenes y los lagos, hacen de este destino unos de los spots más elegidos por los argentinos y los viajeros de todo el mundo.

¡En esta nota, te contamos lago por lago el itinerario de uno de los roadtrip más elegidos por ser parte de la famosa Ruta 40, por sus paisajes andinos y por la libertad de disfrutar al ritmo que cada uno quiera!

Se puede decir que es una de las rutas mas lindas de Argentina, el must do de la Patagonia. Al marcar el recorrido en google maps, vemos que nos llevaría solamente 2 horas en ir desde Villa La Angostura hasta San Martín de los Andes por la RN 40. Pero, a medida que avanzamos, si paramos a apreciar cada lugar que esta ruta nos regala, tenemos un gran full day por delante.

Como bien lo dice su nombre, el camino está rodeado de 7 lagos: Espejo Grande, Correntoso, Escondido, Villarino, Falkner, Machónico y Lacar. Pero podríamos agregar un octavo, si elegimos a Bariloche como punto de partida, con el Nahuel Huapi. Y si queremos ponernos más meticulosos y aventureros, podríamos contar hasta 12 lagos. Esto es si entramos en las pequeñas, pintorescas y casi obligatorias desviaciones hacia Espejo Chico, Traful, Hermoso y Meliquina.

Sin desviarnos para Chile, seguimos la RN40 y llegamos al Lago Espejo Grande; y un poquito más adelante el Espejo Chico, más escondido. Seguimos y llegamos hasta la ultima parte del Correntoso, aunque oculto por su vegetación, nos estuvo acompañando desde el principio y recién ahora se puede ver de cerca. Avanzamos un tramo más largo por la misma ruta y llegamos a otro de los desvíos, agarramos la bifurcación y acá ya cambia el chip: pasar del asfalto al ripio, sin dudas, nos desconecta cada vez más para adentrarnos en Villa Traful, con sus bosques de cipreses y helechos donde el tránsito puede ser un caballo pastando o una vaca cruzando para el otro lado. Si estás de pasada, no te olvides de detenerte en el punto panorámico al norte de esta coordenada; un punto alto, donde uno siente que vuela, pero no se sabe si por el viento o por esa mezcla entre las nubes y los rayos del sol reflejados en el Lago que lleva el mismo nombre.

 

Al volver a la ruta pavimentada, haciendo unos kilómetros más, se llega a uno de los lagos más chicos, el Escondido, que como dice su nombre, no deja verse mucho. Y ya pronto se pueden ver a los lagos hermanos, Falkner y Villarino, enfrentados.

No forma parte de los siete pero, es una de las joyitas de esta zona: el Lago Hermoso que no se aprecia desde la ruta y hay que desviarse un poco.

Ya llegando al final, nos desviamos al camino de ripio, por última vez, a una pequeña villa, para conocer uno de los imperdibles: el Lago Meliquina. Este poblado se guardaba su paraíso para los habitantes locales. Las casas se alimentan con energía eólica y predomina el concepto de basura cero, demostrándonos que se puede seguir apostando al cuidado del entorno.

Volvemos a la ruta nacional, y 25 kilómetros nos separan para llegar a la otra cabecera, al punto final o de partida. Pero no cabe duda que entrar a San Martín de los Andes por esta ruta, es la frutilla del postre. La joyita neuquina es de nuestras ciudades favoritas de la Patagonia, y se lleva todos los aplausos. En invierno, las casas de madera y de piedra, nevadas; en verano, los caminos repletos de lupinos, rosales, y retamas; flores autóctonas y otras llegadas de otras tierras que supieron adecuarse al suelo y al clima. Y en cualquier momento del año, el lago Lacar, el séptimo lago; inmenso, con todas las tonalidades de azules y verdes que te imagines.

¿Cómo llegar?

Lo mejor es tomarse un avión desde Buenos Aires hasta el aeropuerto de Bariloche, una hora y media de vuelo, y alquilar un auto para recorrer esta ruta a tu propio ritmo y con más libertad. Si sos de los que tienen tiempo o sos un amante del volante, te recomiendo entonces ir en auto desde Buenos Aires hasta San Martín de los Andes y empezar la ruta a la inversa.

Foodie Tips

Te contamos los imperdibles foodies en las distintas coordenadas de esta ruta: 1. Llao Llao Hotel: nuestra foto de portada, uno de los lugares más increíbles de Bariloche. Vale la pena ir a tomar el té y disfrutar de una de las joyitas arquitectónicas de nuestro país. 2. Chez Philippe: para comer una fondué en Bariloche. ¡No tiene desperdicio! Mi favorito: la fondué de queso y tomate. 3. Bellevue: de los salones de té más lindos de la Patagonia Norte, una explosión de flores y colores en la zona del llao llao, sobre el Lago Moreno. 4. Mirador Social Club: como dice su nombre, acá el diferencial es la vista. Pedir un rissotto de hongos con las vistas del Nahuel Huapi lo hacen un lugar único. 5. Casa de Té Arrayán: mientras nuestra vista disfruta del lago Lacar y su inmesidad, nuestro paladar saborea las delicatessen. ¡Es clave ir con tiempo porque hay pocos lugares y siempre está lleno!

Recomendaciones de los lectores de @abcdeviajar

* Visitar el sendero-cascada Ñivinco – Por la ruta 40, muy cerca del Lago Traful, hay un sendero que no tiene desperdicio. , a media hora de Bariloche y en pleno Parque Nacional Nahuel Huapi, es un paseo de baja dificultad sobre el río Pichi Traful.

* Hacer un stop en el camping Pichi Traful y alquilar un kayak

Si te interesa que armemos un itinerario por la región de los Siete Lagos o querés reservar alguna experiencia, escribime y lo planificamos juntos.