Es un complejo con aerosilla con tremenda vista panorámica de los campos y de la ciudad. El recorrido es de 630 metros y tarda de 8 a 9 minutos. Una vez que llegás a la cima, mi consejo es que te armes un buen mate y disfrutes el momento. Además, como nunca falta morfi, se puede degustar gastronomía local en el Parador Cerro Centinela: parrilla, cordero, cazuelas, fiambres y quesos, la especialidad del destino.
También se pueden hacer caminatas por senderos escondidos que prometen lo mismo: vistas alucinantes de la naturaleza tandilense. Obviamente, parte del recorrido incluye fotografiar la imperdible piedra que da nombre al Cerro.