COSTA AMALFITANA EN MODO ROADTRIP

Las ventanillas bajas, el viento en nuestras caras, las vistas hacia los acantilados del golfo de Salerno, el mar Tirreno, la canción «Pompeii» de Bastille sonando y la ruta SS163. Una semana no fue suficiente para disfrutar de la belleza natural de esta costiera mundialmente conocida y declarada patrimonio de la humanidad desde hace más de veinte años.

Recuerdo el olor del mar y la sensación de la arena en los pies mientras tomábamos un Aperol Spritz con unas rabas llenas de limón italiano. En plan romántico, decidimos ir 62 km al sur de Nápoles para descansar y recorrer esta región utópica de carreteras abruptas, limoneros incontables e islas de origen volcánico.

¡Tomá nota de estas coordenadas imperdibles del sur de Italia!

¿Cómo organizar tu viaje a la Costa Amalfitana?

Es clave saber que todos los pueblos están cerca uno de otro. Por lo cual, te recomiendo dormir en el «paesino» con mayor oferta hotelera de la región: Sorrento. No es de los balnearios más lindos de la zona, pero su centro histórico es súper pintoresco y lleno de barcitos para sentarse a tomar algo mirando el atardecer, almacenes que venden condimentos, especias y productos típicos y chocolaterías que combinan sabores cítricos y dulces. Además, es una ciudad estratégica porque los ferries para llegar a lisola di Capri, zarpan desde este puerto. Tené en cuenta que estacionar la macchina en el centro histórico no es una opción. Te recomiendo chequear que tu hospedaje tenga estacionamiento.

Destinos imperdibles en tu recorrido

1-Isla Di Capri

El día que elijas visitar Capri no es necesario usar el auto. Lo primero que hay que hacer es comprar un ticket de ferry en el puerto de Sorrento a las 6 o 7 de la mañana para no navegar con la multitud y llegar con el despertar de la isla. Nuestro primer objetivo era visitar la gruta azul y no hacer fila.

Como llegamos bien temprano, decidimos tomar dos buses hasta la famosa grotta azzurra – la opción más cómoda es ir en una embarcación desde Marina Grande hasta la gruta -. Repetiría esta experiencia una y mil veces más: la sensación de entrar en una caverna bañada por una luz azul con un remero italiano cantando «Oh sole mio« no tiene precio. El mejor momento del día para ir: la mañana.

Pasamos el mediodía en Anacapri, una ciudad con calles empedradas y ferias de artesanías – y limones, muchos limones – que tienen un encanto diferente. Comimos mirando el mar y, más tarde, bajamos unas cuantas escaleras hasta llegar a la playa. Lo mejor de nuestro día fueron las decisiones que tomamos sobre la marcha y eso, nos llevó a terminar el día en el centro de Capri.

Para llegar al centro de Capri es necesario subir más escaleras – o, si no tenés ganas de caminar, se puede subir en funicular -. Al subir, me sentí en otro planeta: el turismo jet set de Italia y del mundo están acá: locales de Dolce&Gabbana, de Gucci, de Salvatore Ferragamo y otras tantas firmas internacionales combinados con los mejores hoteles de la isla.

No dejes de pasar por Nino & Friends para probar sus delicias y observá el atardecer desde las alturas, ¡no te vas a arrepentir!

 
2-Positano

«Chi brama in questo mondo viver sano, scelga per sua dimora Positano.» (Errico Talamo)

Es el típico pueblo mega fotografiable de la región de la Campania: casitas de colores, balcones mirando hacia el mar, calles empinadas que terminan en la playa, gente caminando por la via Marina Grande. Uno de los spots más lindos de este lugar es la chiesa di Santa Maria Assunta por su cúpula llena de mayólicas. Si te animás a caminar un poco, hay una playa que se llama Fornillo y es más íntima que la «spiaggia grande«.

¡Ojo! Los «tanos» intentan venderte lo que sea. Hay que tener bastante cuidado con las navegaciones que te llevan a balnearios como One Fire beach – balnearios sin arena – donde los tragos y la comida son más caros que en el pueblo.

3-Il Fiordo Di Furore

A los ojos del turista distraído, ésta pequeña cala pasa totalmente desapercibida. Tiene menos de 900 habitantes y se ubica a 12 km de Positano. Cuando llegamos, no podía creer que existiera un lugar así. No me olvido de la emoción al bajar las escaleras corriendo. Nos dimos un chapuzón y disfrutamos el resto de la tarde viendo cómo entraban distintas embarcaciones en la lengua de mar que ingresa en la playa de este pequeño fiordo.

 

 

4- Amalfi

En un principio fue pueblo de pescadores; luego devino en la antigua capital de esta región y fue uno de los lugares más importantes durante la época medieval. Es la ciudad más grande de la costa amalfitana. Sus playas son bastante estrechas y no tan pintorescas como la de los pueblos vecinos. Pero una vez traspasada la Porta Marinara entramos en la piazza del Duomo con la Catedral de Amalfi mirándonos de frente – data del siglo IX y se inspira en la arquitectura árabe – y nos dejó sin aliento. 

Caminando por la via Pietro Comite, podés encontrar muchos lugarcitos para picar una buena burrata o unas bruschettas con aceite de oliva y tomates del mediterráneo. Es divertido entrar en los pequeños comercios de «chucherías» y ver muñequitos de los jugadores de calcio italiano – muchos de ellos, argentinos -.

5- Ravello

Quedó fuera de nuestra lista pero, como dice mi mamá, siempre hay que dejar algo para volver más tarde. Ravello no tiene salida al mar y eso es lo que lo hace uno de los pueblos más tranquilos y codiciados de la Costa Amalfitana. Con vistas increíbles hacia el mar Tirreno, las familias más ricas del siglo XIII de Amalfi decidieron construir sus mansiones y palacios sobre estas colinas que hoy se convirtieron en los hoteles de mejor categoría de la región. Estos paisajes que ofrece Ravello, desde el balcón de esas antiguas mansiones, atrajeron a innumerables escritores que se inspiraron para escribir acá.

 

Lo que no hay que olvidar

– Un buen GPS o Google Maps descargado en el celular.

– Una playlist divertida, fresca y con canciones que te den ganas de cantar – o gritar – con las ventanillas bajas.

– Zapatillas muy cómodas y, obvio, ojotas.

– Protector solar sí o sí.

– Efectivo (hay algunos lugares que no aceptan tarjeta).

Si querés armar un itinerario por esta región, ¡escribime y lo planificamos juntos!